El cuadro del TDAH cambia con la edad. Al principio, predominan los síntomas de hiperactividad/impulsividad. A medida que el niño realiza más tareas de aprendizaje, los síntomas del trastorno por déficit de atención se vuelven más prominentes. Los síntomas se observan en diferentes etapas del desarrollo, como:

  • en el periodo preescolar: los niños con TDAH se mueven constantemente (“están en todas partes”). Trepan, crean situaciones peligrosas y no respetan las instrucciones. Interactúan con sus compañeros empujando o pegando. También se caracterizan por ser ruidosos, bulliciosos y conflictivos (por ejemplo, quitando los juguetes);
  • durante la escuela: los alumnos afectados tienen dificultades para permanecer sentados durante las clases, pueden levantarse, caminar por el aula o hablar con sus compañeros. Además, centran la atención durante poco tiempo, interrumpen las actividades, no anotan el tema de la lección y los deberes. Rompen las normas de forma imprudente. Durante este tiempo, el niño también puede desarrollar problemas de funcionamiento social. Éstos pueden manifestarse, por ejemplo, en una peor relación con los compañeros o en meterse en peleas;
  • durante la adolescencia: las personas con Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad tienen dificultades para leer textos largos, adivinar las instrucciones en los exámenes y cometer errores por falta de atención. Les acompañan sentimientos de inquietud. Se involucran imprudentemente en actividades de riesgo. Tienen problemas de motivación para realizar actividades de larga duración. Las complicaciones del TDAH -adicciones, depresión, aislamiento de los compañeros o comportamiento antisocial- también pueden aparecer durante esta época.

Fuente / Bibilografía

  • https://www.damian.pl/zdrowie-psychiczne/adhd/