Por primera vez se han encontrado pruebas de que el TDAH, o trastorno por déficit de atención e hiperactividad, tiene una base genética, informa el semanario Lancet. Según los autores del artículo, esto puede ayudar a disipar de forma concluyente el mito de que el TDAH es simplemente el resultado de errores de los padres. El TDAH es un trastorno del desarrollo muy común. Se calcula que afecta al 3-7% de los niños en edad escolar. Se manifiesta en forma de ajetreo e impulsividad del niño, dificultad para concentrarse y susceptibilidad a las distracciones. Los niños con TDAH causan muchos problemas en casa y en la escuela. Sin embargo, esto no se debe a su mala voluntad, sino a su dificultad para controlar sus emociones, su comportamiento y sus impulsos. De hecho, ellos mismos sufren mucho por ello: tienen problemas en la escuela, con sus compañeros, suelen caer mal y se convierten en el chivo expiatorio en clase. Debido a su impulsividad, los niños con TDAH también son más propensos a verse implicados en accidentes de tráfico, en comportamientos peligrosos -como el abuso de alcohol o drogas-, en relaciones sexuales sin protección, a menudo abandonan la escuela y tienen conflictos con la ley en la adolescencia y la edad adulta. Durante muchos años, los niños con TDAH eran tratados simplemente como traviesos, y su comportamiento se atribuía a errores de los padres o, con menos frecuencia, a una dieta demasiado rica en azúcares de fácil digestión. De hecho, estos mitos persisten en la sociedad hasta el día de hoy, lo que dificulta que los niños con este trastorno reciban apoyo y ayuda en la escuela o en la vida cotidiana. Aunque el TDAH no es actualmente curable, con una terapia dirigida principalmente a los padres, es posible ayudar al niño a funcionar mejor y a desarrollar su potencial intelectual. Un número relativamente pequeño de afectados por el TDAH requiere farmacoterapia. Los científicos y los médicos que trabajan con niños con este trastorno han sospechado anteriormente que los factores genéticos pueden contribuir a él. Se sabe, por ejemplo, que el hijo de un padre que padece TDAH tiene más probabilidades de padecer el trastorno, y si uno de los gemelos monocigóticos (con un ADN casi idéntico) padece TDAH, el 75% del otro también lo tendrá. Los investigadores de la Universidad de Cardiff llevaron a cabo un análisis genético del ADN de 366 niños con TDAH de entre 5 y 17 años y de 1.047 compañeros no emparentados sin el trastorno. Descubrieron que los niños con TDAH eran significativamente más propensos a tener grandes fragmentos de ADN ausentes o duplicados, comenta uno de los autores del trabajo, el Dr. Nigel Williams. Estos cambios se conocen como variantes del número de copias de fragmentos de ADN (CNV) y son más comunes en personas con trastornos psiquiátricos o del desarrollo del cerebro. Las CNV grandes y raras se han observado con una frecuencia notablemente mayor en los niños con TDAH, sobre todo en los que presentan discapacidades intelectuales. Además, muchas de estas lesiones se solapaban con VNCs previamente asociadas a la esquizofrenia y el autismo. Esto era especialmente cierto en el caso de las VNC del cromosoma 16, que afectan a múltiples genes, incluido uno que desempeña un papel importante en el desarrollo del cerebro. Aunque se cree que todos estos trastornos son completamente independientes entre sí, el último descubrimiento sugiere que pueden compartir una base biológica parcialmente común. Como explica la Dra. Kate Langey, coautora del estudio, el TDAH no está causado por un único cambio genético, sino por múltiples cambios -entre otras VNC- que interactúan con factores ambientales aún no identificados. Hacer pruebas a los niños para detectar VNC grandes y raras no ayudará a diagnosticar el TDAH. Actualmente, ya existen criterios de diagnóstico muy estrictos para el trastorno, señala el investigador. En cambio, los autores del trabajo creen que su descubrimiento debería disipar muchos mitos sobre el TDAH. Esperamos que nuestro descubrimiento ayude a cambiar las actitudes hacia el TDAH. Con demasiada frecuencia la gente subestima el trastorno, atribuyéndolo a errores de los padres o a una mala alimentación. Siempre he tenido claro que no es así. Ahora podemos afirmar con seguridad que el TDAH es un trastorno genético y que los cerebros de los niños que lo padecen se desarrollan de forma diferente a los de sus compañeros, comenta la directora de la investigación, la profesora Anita Thapar. Los investigadores concluyen que el TDAH debe considerarse un trastorno del desarrollo del cerebro más que un trastorno del comportamiento. Esperan que, en el futuro, su descubrimiento ayude a comprender mejor las bases biológicas del TDAH y conduzca al desarrollo de nuevos tratamientos más eficaces para él.


Fuente

  • https://www.medonet.pl/psyche/psychologia,naukowcy–adhd-ma-podloze-genetyczne,artykul,1627208.html