El TDAH y la depresión son trastornos distintos, pero tienden a solaparse.

Si le han diagnosticado un trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) y depresión, quizá se pregunte qué significa esto para usted en términos de pronóstico, tratamiento y cambios en el estilo de vida que puede hacer para mejorar su situación.

¿Qué es el TDAH?

Antes de empezar a desentrañar la compleja relación entre el TDAH y la depresión, es importante entender lo que implica cada uno de estos diagnósticos.

El TDAH es un trastorno del neurodesarrollo, lo que significa que está presente desde la infancia y persiste durante toda la vida. Las personas diagnosticadas con TDAH pueden tener lo que se conoce como un déficit de la función ejecutiva: tienen dificultades para ver las tareas hasta su finalización y se desorganizan con facilidad, llegan tarde a las citas y pierden sus pertenencias.

El TDAH suele diagnosticarse en la infancia y puede dividirse en tres tipos diferentes.

Desatención

Las personas con TDAH inatento tienen dificultades para mantener la atención en tareas que les resultan aburridas, les cuesta organizar sus pensamientos y seguir las conversaciones, y pueden distraerse fácilmente con lo que ocurre a su alrededor o con su propio diálogo interno.

Trastorno por déficit de atención e hiperactividad

Las personas con TDAH hiperactivo-impulsivo tienen una sensación constante de inquietud, pueden decir cosas espontáneamente sin pensar y les resulta difícil permanecer quietas (por ejemplo, sentadas en un aula durante una lección).

Combinación de inatención e hiperactividad psicomotriz

Las personas con una combinación de síntomas tienen tanto síntomas de inatención como de hiperactividad psicomotriz.

¿Qué es la depresión?

La depresión es algo más que tristeza o abatimiento. Muchas personas experimentan episodios recurrentes que pueden durar desde unas semanas hasta varios meses o más.

A continuación se enumeran los síntomas más comunes de la depresión:

  • Tristeza, sentimientos de desesperanza o vacío
  • Irritabilidad, frustración o ansiedad
  • Pérdida de interés en las cosas que solía disfrutar haciendo
  • Problemas de concentración
  • Comer poco o demasiado
  • Problemas para conciliar el sueño o despertarse durante la noche
  • Sentirse excesivamente cansado o fatigado
  • La depresión puede dificultar la realización de actividades cotidianas como ir al trabajo o a la escuela, ocuparse de la higiene personal o comer de forma saludable. En los casos graves, también es una enfermedad que pone en peligro la vida y conduce a pensamientos suicidas

Solapamiento entre el TDAH y la depresión

¿Cómo se solapan el TDAH y la depresión? Sabemos que son trastornos concurrentes, lo que significa que si te diagnostican uno, es más probable que te diagnostiquen también el otro.

Estos son algunos datos sobre el solapamiento entre el TDAH y la depresión:

  • Los adolescentes con TDAH tienen 10 veces más probabilidades de sufrir depresión que sus compañeros sin TDAH.
  • La depresión es tres veces más común en los adultos con TDAH en comparación con los adultos sin TDAH.
  • La proporción de personas diagnosticadas con depresión suele ser de entre el 30 y el 40% en las personas con TDAH.
  • El setenta por ciento de las personas diagnosticadas con TDAH también son propensas a desarrollar una depresión a lo largo de su vida.
  • Además, un estudio que analizó los datos del Estudio Holandés de la Depresión y la Ansiedad descubrió que las tasas de TDAH eran más elevadas entre las personas que padecían depresión grave, depresión crónica, depresión de inicio temprano o ansiedad concurrente. Esto sugiere una fuerte asociación entre el TDAH y la depresión.

En cuanto a los pensamientos suicidas, un estudio de 627 estudiantes descubrió que el diagnóstico de TDAH estaba asociado a una mayor incidencia de pensamientos suicidas. En esta relación influyeron varios factores, como el afrontamiento de las emociones negativas, la conciencia emocional y el comportamiento orientado a objetivos.

¿Es el TDAH o la depresión?

A veces es difícil distinguir entre el TDAH y la depresión. Esto se debe al solapamiento de los síntomas, pero también a que algunos medicamentos para el TDAH pueden causar efectos secundarios que imitan la depresión, como la pérdida de apetito o los problemas de sueño.

Aunque tanto el TDAH como la depresión están asociados a problemas de humor, concentración y motivación, son diferentes.

Estado de ánimo

Una persona con TDAH puede experimentar cambios de humor temporales ya en la infancia, mientras que una persona con depresión suele tener episodios de humor que comienzan en la adolescencia o más tarde y que duran al menos semanas o meses.

Motivación

Una persona con TDAH puede estar motivada cuando algo le parece interesante, mientras que a una persona con depresión todo le resulta difícil, independientemente de que lo encuentre interesante o emocionante en circunstancias normales cuando no está deprimida.

Dormir

Una persona con TDAH tiene problemas para conciliar el sueño debido a una mente activa y no se siente cansada, mientras que una persona con depresión puede sentirse cansada pero no puede conciliar el sueño debido a los pensamientos negativos y al insomnio, puede despertarse durante la noche o dormir durante demasiado tiempo.

Curso de

Los síntomas del TDAH duran toda la vida, mientras que los síntomas de la depresión mayor duran un periodo de tiempo, seguido a menudo de una mejora y una vuelta a los niveles normales de funcionamiento.

Factores de riesgo de coexistencia de TDAH y depresión

¿Cuáles son los factores de riesgo de la coexistencia del TDAH y la depresión? A continuación se presentan algunos de los factores de riesgo que se han identificado.

  • Ser mujer: Aunque el TDAH es más común en los hombres, las mujeres tienen más probabilidades de presentar TDAH y depresión.
  • Tipo inatento: Las personas diagnosticadas como de tipo inatento también son más propensas a ser diagnosticadas de depresión.
  • Salud mental de la madre: si una madre está deprimida durante el embarazo, esto se asocia con una mayor probabilidad de que su hijo sea diagnosticado posteriormente con TDAH, depresión o ambos trastornos.
  • Inicio temprano: Ser diagnosticado de TDAH en la infancia se asocia con un mayor riesgo de depresión y pensamientos suicidas más adelante en la vida.
  • Falta de tratamiento: Las personas con TDAH no tratado tienen más probabilidades de sufrir depresión debido a problemas secundarios como la baja autoestima.

Tratamiento de los síntomas superpuestos del TDAH y la depresión

¿Qué tipos de tratamiento se ofrecen si se superponen el TDAH y la depresión? Realmente depende de tu situación particular.

En general, el enfoque consiste en trabajar primero en la afección más incapacitante. Aunque la terapia puede abordar ambos problemas al mismo tiempo, a menudo se prescribe la medicación para uno y luego para el otro.

Medicamentos

¿Qué medicamentos se pueden recetar? A continuación se ofrece una lista de algunos de los medicamentos que pueden recetarse:

  • Estimulantes

Para el TDAH pueden recetarse estimulantes como el Adderall (anfetamina/dextroanfetamina). Los estimulantes ayudan a aumentar los niveles de sustancias químicas en el cerebro que mejoran la concentración. Sin embargo, pueden provocar efectos secundarios como la pérdida de apetito o problemas de sueño.

  • Medicamentos no estimulantes

También se pueden recetar medicamentos no estimulantes como Strattera (atomoxetina) para el TDAH.

  • Antidepresivos

Se pueden recetar antidepresivos para la depresión, incluido el Wellbutrin (bupropión), que también puede ayudar a aliviar los síntomas del TDAH. Pueden pasar varias semanas antes de que el paciente sepa si los antidepresivos están funcionando.

Terapia

La psicoterapia para el TDAH tiene como objetivo mejorar la concentración y reforzar la autoestima, mientras que la terapia para la depresión puede estar dirigida a identificar y sustituir los pensamientos y comportamientos negativos (lo que también puede ser útil para el TDAH).

Un estudio en el que participaron 77 adultos con TDAH descubrió que aquellos que se sometieron a una psicoterapia intensiva y que tenían pensamientos rumiativos menos frecuentes eran más resistentes a los episodios de depresión.

Cambios en el estilo de vida

¿Qué puede hacer usted mismo para mejorar su TDAH y su depresión? Lo más importante es lo básico: comer sano, hacer ejercicio regularmente (el ejercicio aeróbico es importante si se tiene TDAH) y cuidar la higiene del sueño.

Otra buena estrategia es evitar el aburrimiento si tienes TDAH, ya que éste puede empeorar tu estado de ánimo.

Una forma de hacerlo es mantener un “armario de intereses” u otro lugar en tu casa donde guardes actividades que puedas hacer cuando te sientas aburrido. Añade cosas como los libros que quieres leer, las manualidades que quieres hacer, los podcasts que quieres escuchar, etc. para que nunca haya un momento en el que estés perdido.

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  • verywellmind.com/adhd-and-depression-4773762