El trastorno por déficit de atención e hiperactividad es un trastorno cada vez más frecuente que se asocia con problemas de desarrollo y aprendizaje en la primera infancia. Al igual que muchos otros trastornos, a menudo se malinterpreta, incluida la forma en que se evalúa y, en última instancia, se diagnostica. En consecuencia, someterse a una evaluación del TDAH puede ser una perspectiva difícil o aterradora.

¿Qué es una evaluación del TDAH?

La pregunta “¿Cómo me hago la prueba del TDAH?” es frecuente. Si no se tiene una idea clara del proceso de diagnóstico, empezar puede resultar extraño o abrumador. Una comprensión básica del proceso puede ayudar a aliviar parte de la confusión y la ansiedad iniciales. Para ello: un test de TDAH es una evaluación diseñada para determinar si una persona tiene o no síntomas de TDAH. Al igual que todas las demás evaluaciones profesionales realizadas por un médico o un profesional de la salud mental, la evaluación tiene como objetivo identificar los síntomas presentes en una persona, identificar posibles patrones y fuentes de esos síntomas, y determinar qué trastorno o problema se esconde detrás de esos síntomas y patrones. La evaluación del TDAH no es diferente. Se pide a los individuos que hagan una historia detallada, que describan los signos y síntomas y su duración, y se les puede observar realizando tareas que puedan indicar un trastorno específico u otro problema.

¿Quién puede realizar un diagnóstico de TDAH?

Hay muchos profesionales capaces de realizar una evaluación del TDAH. Sin embargo, las competencias y habilidades exactas de estas personas varían un poco, y la elección de una persona concreta suele depender de la edad y la gravedad del trastorno. Normalmente, en la infancia, la evaluación la llevan a cabo especialistas y educadores de la primera infancia, a menudo con más énfasis en los educadores. Esto se debe a que el TDAH suele considerarse un trastorno del aprendizaje o una “discapacidad” que no afecta significativamente al funcionamiento del niño hasta que entra en el aula. Muchos padres no están de acuerdo, porque un niño que parece incapaz de quedarse quieto o de concentrar la atención puede causar problemas mucho antes de la edad escolar. A pesar de ello, muchos pediatras, por miedo a sobrediagnosticar y sobretratar, no realizan una evaluación exhaustiva de los niños que aún no están en edad escolar. Muchos colegios cuentan con psicólogos o terapeutas cualificados que pueden evaluar a los alumnos para detectar el TDAH.

En la edad adulta, la evaluación del TDAH la realizan casi exclusivamente los médicos de cabecera o especialistas como los psicólogos. Sin la intervención académica, tan común en el TDAH infantil, los adultos suelen ser abandonados a su suerte para buscar una evaluación y un diagnóstico. Los médicos de atención primaria pueden estar capacitados para realizar una prueba de detección del TDAH o remitir a sus pacientes a un psicólogo u otro profesional de la salud mental que esté mejor preparado para reconocer y diagnosticar el TDAH y otras afecciones similares.

Cuando busque un examen de TDAH, asegúrese de encontrar a alguien que esté cualificado y sea capaz de hacer el diagnóstico. Una enfermera de familia, por ejemplo, puede no ser capaz de diagnosticar el TDAH, y un psicólogo escolar puede no tener las credenciales necesarias para ofrecer un diagnóstico que se mantenga en la historia clínica.

Evaluación del TDAH en la infancia

Una amplia gama de personas puede completar una evaluación del TDAH en la infancia. Aunque el TDAH suele diagnosticarse y evaluarse cuando los niños alcanzan la edad escolar, los especialistas en neurodesarrollo, los especialistas en intervención temprana u otros profesionales que trabajan con niños pequeños pueden realizar las evaluaciones antes. Normalmente, la evaluación del TDAH la realiza un padre, un educador o una persona autorizada que ha observado que el niño no progresa o no se desarrolla como se esperaba.

Antes de ir a la escuela, lo más probable es que los niños sean evaluados por un especialista en intervención temprana, un pediatra o un médico de cabecera, aunque esto también puede ser poco frecuente. Los síntomas del TDAH en la primera infancia pueden imitar los de otros trastornos, como el trastorno del espectro autista, los retrasos del habla y los retrasos del desarrollo, todos los cuales tienen más probabilidades de ser diagnosticados antes que el TDAH.

Evaluación del TDAH en la edad adulta

Las evaluaciones del TDAH en la edad adulta difieren de las realizadas en la infancia, principalmente porque en las evaluaciones del TDAH en la infancia suelen participar los educadores. En la edad adulta, la participación del educador es mucho menos probable, aunque un asesor académico u otro miembro del personal del instituto puede ser una fuente de posible identificación del TDAH. Normalmente, la evaluación del TDAH en la edad adulta se realiza tras el estrés laboral, los problemas en las relaciones personales o la mala salud mental general, todo lo cual puede ser causado por el TDAH en la edad adulta. La evaluación del TDAH en adultos puede no ser común, pero está disponible en la mayoría de las ciudades del país.

En la edad adulta, someterse a una prueba para detectar el TDAH suele implicar la búsqueda de una evaluación por parte de un profesional de la salud mental, como un consejero, un psicólogo o un psiquiatra. Una persona puede acudir a un terapeuta con otro problema y descubrir gradualmente la posibilidad del TDAH, o un adulto puede buscar intencionadamente más información sobre el TDAH y su evaluación. En cualquiera de los dos casos, es probable que el terapeuta realice un historial médico familiar y personal detallado, haga preguntas específicas sobre los síntomas y luego tome una decisión. Normalmente, las evaluaciones de adultos no implican mucha observación, o ninguna.

También puede haber menos opciones de tratamiento disponibles para los adultos, como la terapia ocupacional, y los clínicos pueden estar más inclinados a recomendar un plan inmediato de intervención farmacológica. Esto se debe, en gran medida, a que los adultos suelen necesitar ayuda inmediata o alivio inmediato, mientras que los niños tienen más tiempo para trabajar sus síntomas. También se puede aconsejar a los adultos que hagan cambios en su estilo de vida y en su dieta para ayudar a controlar los síntomas. Se ha demostrado que algunos cambios en la dieta y el estilo de vida mejoran los síntomas y aceleran el control general. El cribado del TDAH en adultos no es menos valioso que el cribado del TDAH en niños, a pesar de las frecuentes diferencias en los servicios disponibles: ambos cribados proporcionan información valiosa a quienes presentan síntomas y les permiten encontrar ayuda y servicios.

Cribado inicial del TDAH

Los tests de TDAH en línea pueden ser una herramienta útil para las personas que buscan más información sobre los signos y síntomas del TDAH. Aquí se puede encontrar un sencillo test online para detectar el TDAH. Aunque hay muchos tests en línea, no todos son iguales. Ninguno de ellos está pensado para ser utilizado como única fuente de evaluación; en cambio, los tests de TDAH en línea están diseñados para proporcionar una simple autoevaluación. Por ejemplo, si puede realizar un examen en línea y recibir resultados altamente sugestivos de tener síntomas de TDAH, puede acudir a una fuente de evaluación (psicólogo, asesor académico o médico de atención primaria) para recibir una evaluación más detallada e involucrada. Estas evaluaciones son necesarias para comenzar a recibir servicios o prescripciones de medicamentos para el TDAH.

Uno de los elementos más importantes del test de TDAH online es la honestidad. Al responder a las preguntas, los participantes deben responder con sinceridad y no tratar de influir en los resultados.

Evaluación del TDAH: ¿Qué debe esperar?

Entrar en una situación desconocida puede ser una fuente de estrés y miedo, pero una evaluación del TDAH no tiene por qué ser ninguna de las dos cosas; por el contrario, una evaluación del TDAH puede ser una fuente de emoción porque puede responder a preguntas sobre comportamientos que pueden haber sido preocupantes, o puede ser otra opción probada para encontrar el origen de la lucha o la dificultad. Si bien cualquier evaluación médica o de salud mental puede causar ansiedad, el propósito de una evaluación de TDAH no es intimidar, avergonzar o desconcertar. Una evaluación del TDAH tiene como objetivo arrojar luz sobre los síntomas y las áreas de dificultad para ofrecer una solución más eficaz y precisa. Tanto los adultos como los niños que presentan síntomas de TDAH pueden beneficiarse de un diagnóstico definitivo. Un diagnóstico puede allanar el camino para los servicios, ya sea mediante intervenciones proporcionadas en la escuela, terapias fuera del entorno académico o medicación para aliviar los síntomas.