El síndrome del impostor es un término acuñado por las psicólogas clínicas Pauline Clance y Suzanne Imes en 1978. Se utiliza para describir a las personas de alto rendimiento que tienen dificultades para reconocer sus logros.

Quienes padecen el síndrome del impostor viven con el temor de que los demás descubran que son infieles. Por supuesto, no son fraudes; sus éxitos son el resultado directo de su trabajo y esfuerzo.

Cómo el TDAH conduce al síndrome del impostor

Muchas personas con TDAH se sienten impostoras. Una de las razones es ocultar sus problemas al público.

La gente, como tu jefe y tus compañeros de trabajo, saben que eres inteligente y que obtienes resultados. Pero sabes que tienes que trabajar más horas que nadie en la oficina para conseguir esos resultados. Cumple los plazos tirando de la noche y haciendo sacrificios por los demás, como pasar menos tiempo con su familia. Sólo su cónyuge o un familiar cercano conoce la angustia y las luchas que está experimentando.

Ocultar partes de uno mismo puede provocar sentimientos de vergüenza y culpa. También provoca el temor de lo que pasaría si la gente se enterara del verdadero paciente.

Señales del síndrome del impostor

Judith S. Beck ha identificado los comportamientos que presentan las personas con síndrome del impostor. ¿Le resulta familiar alguna de ellas?

  1. No cree que su éxito se deba a su trabajo duro, su inteligencia o su creatividad. En cambio, crees que debe ser por suerte, por azar o por algún otro factor aleatorio.
  2. No celebras el éxito. En su lugar, se mira lo siguiente que hay que hacer. En lugar de sentirte orgulloso de la presentación que has hecho, piensas: “Sí, pero ¿y la de dentro de quince días? Tengo que prepararme para ello”. No se dedica a regodearse en la gloria de un trabajo bien hecho.
  3. Dedicas mucho tiempo y energía a pensar en lo que no ha salido bien, aunque sea un detalle sin importancia. Te centras en lo negativo y no te tomas el tiempo de pensar en tus éxitos o en lo que ha ido bien.
  4. No tiene en cuenta sus logros ni los elogios que recibe por ellos. No crees que los merezcas o piensas que deberías haberte esforzado más.
  5. Te comparas regularmente con los demás y esto siempre te perjudica. Quizá pienses: “Ellos no han tenido que trabajar toda la noche para preparar una presentación y han conseguido mejores resultados que yo”.

Cuando las personas con TDAH se dan cuenta de que existe un nombre para lo que sienten, suelen sentir un gran alivio. La constatación de que no están solos es reconfortante.

Cómo superar el síndrome del impostor

Aquí tienes algunas sugerencias para ayudarte a superar el síndrome del impostor.

Lidiar con la vergüenza

El tratamiento de la vergüenza es muy útil. Recuerda que el TDAH es una condición neurológica, y que las partes de ti que ocultas son un resultado directo del hecho de que tienes TDAH.

Terapia cognitivo-conductual

La terapia cognitivo-conductual (TCC) también puede ser útil. La TCC se centra en ayudar a reconocer los pensamientos negativos automáticos que contribuyen al síndrome del impostor.

Una vez que el paciente aprende a reconocer estos pensamientos, puede aprender a sustituirlos por formas de pensar más útiles y realistas. Esto ayudará a ver el panorama completo en lugar de centrarse en lo negativo.

Seguimiento de

Empieza a hacer un seguimiento de tus acciones para poder tener éxito. Por ejemplo, si has corrido una media maratón en menos de dos horas, date cuenta de que no ha sido sólo cuestión de suerte. Probablemente corrió cuatro veces a la semana durante 16 semanas y comió de forma saludable.

Tu trabajo duro ha dado como resultado un gran tiempo, aunque haya habido un elemento de suerte, por ejemplo, que el tiempo haya sido favorable ese día.

Al llevar un registro de sus acciones, es más fácil ver el papel que ha desempeñado en su éxito. Esto, a su vez, hace que sea más fácil reconocer y celebrar tus éxitos.

Perdonar los errores

Los errores pueden ser decepcionantes cuando las cosas no salen como queremos, pero también pueden ser una forma valiosa de adquirir conocimientos y experiencia. En lugar de castigarte por cada error, céntrate en cómo puedes utilizar los conocimientos adquiridos en el futuro.

Los errores ocurren. Recuerda que estos errores y decepciones te ayudan a crecer y a adquirir más habilidades y conocimientos.

Observe su autoconversión negativa

Empieza a prestar atención a tus pensamientos cuando te sientas como un fraude. Por ejemplo, en lugar de pensar: “Espero que nadie se dé cuenta de que no sé hacer esto”, considera reformular estos pensamientos: “Puede que no esté seguro de cómo hacerlo, pero soy capaz de aprender a hacerlo”.

Evite las comparaciones

Si te comparas constantemente con otras personas, sentirás carencias, lo que no hará más que exacerbar tus sentimientos de inadecuación. En lugar de preguntarte cómo te comparas con los demás, céntrate en aprender de los conocimientos y experiencias de otras personas.

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