El trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) es un trastorno del neurodesarrollo. Esto significa que hay déficits en el cerebro de un niño con TDAH que afectan a su desarrollo. El TDAH no afecta a la inteligencia. Sin embargo, afecta a la capacidad de la persona para regular la atención y las emociones, y provoca hiperactividad e impulsividad y problemas de organización.

Diferencias en el cerebro de una persona con TDAH

El TDAH es una condición que es objeto de mucha investigación. Sus detractores cuestionan que sea real, o afirman que se debe a la falta de motivación, a la fuerza de voluntad o a una mala crianza de los hijos, ninguna de las cuales es cierta. Sin embargo, si usted o su hijo padecen TDAH, pueden sentirse vulnerables a esos comentarios.

Saber que hay diferencias biológicas en el cerebro de una persona con TDAH en comparación con el cerebro de alguien que no tiene TDAH nos hace sentir validados. Estas diferencias pueden dividirse en tres áreas: estructura, función y química.

Estructura del cerebro

A lo largo de muchos años, las investigaciones han demostrado que existen claras diferencias estructurales en el cerebro de las personas con TDAH. La mayor revisión de escáneres cerebrales de pacientes con TDAH se realizó en el Centro Médico de la Universidad de Radboud Nijmegen y se publicó en 2018.

Los investigadores descubrieron que las personas con TDAH tenían volúmenes cerebrales más pequeños en cinco áreas subcorticales, y su tamaño total del cerebro también era menor. Estas diferencias eran mayores en los niños y menores en los adultos?

Algunas partes del cerebro de las personas con TDAH maduran a un ritmo más lento (entre uno y tres años) y nunca alcanzan la misma madurez que en una persona que no tiene TDAH.

Otro hallazgo interesante fue que la amígdala y el hipocampo son más pequeños en el cerebro de las personas con TDAH. Estas áreas son responsables del procesamiento emocional y de la impulsividad, y no han sido previamente relacionadas de forma definitiva con el TDAH.

Función cerebral

Existen varios tipos de técnicas de imagen cerebral que permiten a los científicos estudiar cómo funciona el cerebro de las personas con TDAH. Entre ellas se encuentran:

  • Resonancia magnética funcional (fMRI)
  • Tomografía por emisión de positrones (PET)
  • Tomografía computarizada por emisión de fotón único (SPECT)

Las personas con TDAH presentan cambios en el flujo sanguíneo de diferentes áreas del cerebro en comparación con las personas que no tienen TDAH, incluyendo una reducción del flujo sanguíneo en ciertas áreas prefrontales. La reducción del flujo sanguíneo indica una menor actividad cerebral.

El área prefrontal del cerebro alberga las funciones ejecutivas y es responsable de muchas tareas, como la planificación, la organización, la atención, el recuerdo y las respuestas emocionales.

Las pruebas también sugieren que el TDAH puede estar asociado a una conectividad cerebral deteriorada. Los estudios que utilizan imágenes de resonancia magnética en estado de reposo sugieren que las personas con TDAH pueden tener una mayor conectividad funcional en ciertas regiones del cerebro.

Un estudio publicado en 2010 descubrió que los niños con TDAH no tienen las mismas conexiones entre la corteza frontal del cerebro y el área de procesamiento visual. Esto sugiere que el cerebro de una persona con TDAH procesa la información de una manera diferente al cerebro de una persona sin TDAH.

Química del cerebro

El cerebro es una red de comunicación muy activa en la que los mensajes pasan de una neurona (célula cerebral) a otra. Hay un espacio entre las neuronas, llamado sinapsis. Para que el mensaje se transmita, la sinapsis debe estar llena de un neurotransmisor. Los neurotransmisores son mensajeros químicos, y cada uno es responsable de diferentes funciones.

Los neurotransmisores clave del TDAH son la dopamina y la noradrenalina. Existe una desregulación del sistema dopaminérgico en el cerebro de una persona con TDAH. Por ejemplo, no hay suficiente dopamina, no hay suficientes receptores para ella o la dopamina no se utiliza eficazmente.

Los medicamentos estimulantes ayudan al TDAH porque estimulan la producción de más dopamina o la mantienen en las sinapsis durante más tiempo.

Diagnóstico

Los escáneres cerebrales no pueden utilizarse para diagnosticar el TDAH. No existe ninguna prueba objetiva para diagnosticar el TDAH. El diagnóstico del TDAH requiere una evaluación completa por parte de un médico, psicólogo o psiquiatra cualificado. El diagnóstico incluye:

  • Una entrevista en profundidad con el paciente
  • Revisión de los informes escolares y del historial médico
  • Pruebas que miden la atención, la distracción y la memoria

A partir de esta información, el clínico puede determinar si se cumplen las pautas de diagnóstico del TDAH establecidas en el Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM).

Aunque las exploraciones PET y fMRI pueden ser útiles para la investigación, en realidad sólo proporcionan información sobre el funcionamiento del cerebro en el momento de la exploración. Los escáneres cerebrales no tienen en cuenta cómo funciona el cerebro en diferentes situaciones, como puede hacerlo un examen clínico durante una entrevista detallada.

Además, los datos de las exploraciones que se han examinado suelen basarse en medias de grupo y pueden no referirse a un individuo concreto. Los resultados no se han sometido a la normalización, que implica la recogida y comparación de grandes cantidades de datos.

Más información

  • verywellmind.com/the-adhd-brain-4129396