La terapia para el autismo se adapta a las capacidades, a las necesidades cambiantes y a los trastornos concurrentes de cada persona. El objetivo de las intervenciones es:

  • estimular el desarrollo de las habilidades sociales, comunicativas y de adaptación (cuidado personal);
  • estimular el desarrollo cognitivo;
  • cambiar los comportamientos indeseables.

A los padres de niños con autismo se les ofrecen muchos enfoques. Los más destacados son los que se basan en los resultados de la investigación. Deben evitarse los métodos no probados, ya que pueden perjudicar a los afectados por el TEA. Las intervenciones no recomendadas para los niños y adolescentes con autismo incluyen el uso de la terapia de quelación, la secretina o la terapia de oxígeno hiperbárico.

Psicoterapia

Las intervenciones terapéuticas que han demostrado científicamente su eficacia en el autismo son:

  • análisis aplicado del comportamiento (ABA): consiste en enseñar al niño comportamientos específicos y reducir los comportamientos indeseables;
  • intervenciones cognitivo-conductuales (TCC): se centran en las emociones y los pensamientos y su impacto en el comportamiento del niño. El programa suele incluir estrategias para reconocer y escalonar las emociones y los comportamientos que permiten expresarlos con seguridad;
  • terapia y educación para el autismo y los trastornos de la comunicación (TEACCH): el objetivo del programa es proporcionar un modelo integral e individualizado de terapia, educación, rehabilitación y atención a las personas con autismo. Utiliza métodos de terapia conductual y sensorial;
  • entrenamiento en habilidades sociales (TUS): es un entrenamiento en grupo que se basa en enfoques conductuales y cognitivo-conductuales. Enseña un comportamiento adecuado. Utiliza, entre otras cosas, guiones, historias sociales o juegos de rol;
  • entrenamiento en comunicación, logopedia (VBI): tienen como objetivo desarrollar las habilidades comunicativas y narrativas de los niños.

Entre los métodos que se utilizan a menudo, pero cuya eficacia no se ha demostrado de forma concluyente en la investigación, se encuentran:

  • enfoques relacionales: hacen hincapié en la importancia de establecer relaciones entre los interactuantes;
  • la terapia de integración sensorial (IS): está dirigida a mejorar el procesamiento de la información sensorial. Algunas investigaciones actuales indican la utilidad de la IS en los niños con autismo, siempre y cuando la terapia se lleve a cabo de acuerdo con los supuestos originales del autor;
  • entrenamiento auditivo: algunos estudios han confirmado la eficacia de este método en personas con autismo.

A la vista de los resultados de la investigación, estas interacciones deben considerarse como un apoyo al desarrollo y no como los métodos principales de trabajo con un niño autista.

Tratamiento farmacológico del autismo

No hay cura para el autismo. Con la ayuda de la farmacoterapia se alivian los síntomas de los trastornos concurrentes. Hasta ahora, se ha demostrado que dos antipsicóticos de segunda generación tienen un efecto positivo en niños y adolescentes con autismo que presentan irritabilidad y agresividad. Estas formulaciones han sido aprobadas por la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE.UU. (FDA) como parte de un tratamiento integral para el comportamiento desafiante en personas con TEA.

¿Se puede curar el autismo?

El autismo dura toda la vida. No se sale del trastorno. Sin embargo, las interacciones terapéuticas, cuya eficacia ha sido demostrada por la investigación científica, pueden mejorar la comunicación y las habilidades sociales de una persona con autismo. El manejo tiene un impacto positivo en el bienestar y la calidad de vida tanto de los pacientes como de sus familias. Algunos estudios han demostrado que menos del 5% de los niños con autismo se recuperan completamente. Sin embargo, esto parece estar influenciado por los amplios criterios del trastorno, que permiten el diagnóstico en aquellos con síntomas límite.


Fuente:

  • https://www.damian.pl/zdrowie-psychiczne/autyzm/