El proceso de adquisición de habilidades relacionadas con la interacción social y la comunicación puede variar de un niño a otro. Un especialista sólo considerará un diagnóstico de trastorno del espectro autista si existe una desviación clara y persistente de las expectativas en estas áreas. Es importante recordar que en algunos niños pequeños el motivo de las dificultades en las interacciones sociales es la timidez o la inhibición de la conducta (es decir, la lentitud para “calentarse” ante nuevas personas y situaciones). Las interacciones sociales limitadas en tales individuos no indican autismo. El habla del niño también se desarrolla a un ritmo variable. Su retraso por sí solo no indica autismo, a menos que el niño también muestre una motivación limitada para la comunicación social y unas habilidades de interacción limitadas. Además, los comportamientos repetitivos o los intereses limitados no indican por sí mismos un trastorno. Para que se diagnostique un TEA, deben ir acompañados de un deterioro de la interacción social y la comunicación.


Fuente:

  • https://www.damian.pl/zdrowie-psychiczne/autyzm/