La presencia de animales reduce la intensidad de la ansiedad que experimentan los niños con trastornos del espectro autista en situaciones que implican la interacción con sus compañeros, informa la revista Developmental Psychobiology.

Los niños con trastornos del espectro autista suelen tener grandes dificultades para comunicarse e interactuar con otras personas porque sienten una ansiedad abrumadora en estas situaciones. Sin embargo, según investigadores de la Universidad de Purdue (EE.UU.) y la Universidad de Queensland (Australia), los animales pueden ayudar a superar esas limitaciones. Su presencia aumenta la sensación de seguridad de los niños autistas y, en consecuencia, alivia la ansiedad.

Los investigadores invitaron al laboratorio a 114 niños de entre 5 y 12 años y los dividieron en grupos de tres, de modo que cada grupo estaba formado por una persona con un trastorno del espectro autista y dos compañeros con un desarrollo normal.

A los niños se les colocaron brazaletes que permitían medir la respuesta galvánica de la piel, es decir, los cambios en la resistencia eléctrica que son un indicador de la excitación debida a emociones como la ansiedad, el miedo o la excitación.

Para establecer el nivel de excitación de referencia, se pidió a los jóvenes que leyeran un pasaje de un libro en silencio. A continuación, se les pidió que leyeran el texto en voz alta en presencia de sus compañeros. En la siguiente fase del experimento, se introdujeron juguetes en la habitación y se permitió a los niños jugar sin inhibiciones durante 10 minutos. Por último, se introdujeron dos cobayas en la sala y se observó a los niños pequeños jugar con los animales durante otros 10 minutos.

Resultó que los niños con trastornos del espectro autista experimentaban una mayor excitación psicológica (probablemente ansiedad) en todas las situaciones de tinte social (durante la lectura silenciosa y en voz alta, así como durante el juego con los compañeros). Sin embargo, sus niveles de excitación disminuían rápidamente en presencia de animales (cobayas). En los niños con un desarrollo normal se produjo la reacción contraria. Su excitación se mantenía bastante baja hasta que había animales en la habitación, y entonces aumentaba inmediatamente.

Los investigadores explican que la presencia de animales que proporcionan una aceptación incondicional atenuó la ansiedad en los niños autistas porque se sentían más seguros. Otros niños pequeños pueden haber sentido una excitación repentina al ver a los cerdos, de ahí el aumento de los niveles de excitación.

Este estudio aporta pruebas fisiológicas de que la proximidad a los animales alivia el estrés que experimentan los niños con autismo en situaciones sociales”, concluye James Griffin, de los Institutos Nacionales de Salud, institución que financia este proyecto.


Fuente:

  • https://www.medonet.pl/zdrowie/wiadomosci,zwierzeta-lagodza-lek-spoleczny-u-dzieci-z-autyzmem,artykul,1715029.html