¿Qué es el trastorno del espectro autista?

El trastorno del espectro autista (TEA) es un trastorno del desarrollo. Afecta a los niños de dos maneras. En primer lugar, puede dificultar su comunicación y socialización con los demás. En segundo lugar, puede provocar comportamientos repetitivos e intereses restringidos. Los niños que tienen autismo nacen con él. No suele notarse hasta que empiezan a tener problemas para relacionarse con otros niños de su edad.

En psiquiatría, la forma de pensar sobre el autismo ha cambiado con el tiempo. En el pasado, los niños eran diagnosticados con una de las diferentes condiciones conocidas como trastornos holísticos del desarrollo:

  • Autismo
  • Trastorno de Asperger
  • Trastorno desintegrativo infantil (TDI)
  • Trastornos del desarrollo no especificados (PDD-NOS)

Todas estas condiciones diferentes se clasifican como autismo. Los niños con autismo pueden tener muchos síntomas y comportamientos diferentes, por lo que el autismo se considera un espectro y no una sola condición.

El TEA se diagnostica en uno de cada 59 niños. Los niños son diagnosticados con TEA entre tres y cuatro veces más que las niñas.

¿Cuáles son los síntomas de los trastornos del espectro autista?

En los niños con autismo, los síntomas suelen aparecer antes de los dos años. Algunos niños empiezan a perder el lenguaje o las habilidades sociales (o “regresión”) al año o a los dos años de edad. El autismo tiene un aspecto diferente en cada niño. No todos los niños presentan todos los síntomas, y para algunos los síntomas son más graves.

Los síntomas del TEA se agrupan en dos categorías:

Comunicación social e interacción social

  • No le gusta que le abracen o le aprieten
  • Le gusta jugar solo
  • Menores de tres años:
  • No responde a su nombre
  • No quiere dar, compartir o mostrar las cosas que le gustan
  • No utiliza los movimientos para comunicarse

Niños mayores:

  • No entiende cómo se sienten los demás
  • K Incapaces de mostrar cómo se sienten
  • No entiende las relaciones
  • Tiene problemas para leer y utilizar el lenguaje corporal

Habla más tarde de lo habitual:

  • No ha dicho una palabra a los 18 meses de edad.
  • No puede hablar frases de dos palabras hasta los dos años de edad.

Habla de forma diferente a los demás niños:

  • Suena como un robot al hablar
  • K Habla de manera muy vocal
  • K Repite frases o pone las palabras en el orden equivocado
  • Puede recitar información, pero no puede utilizarla para resolver problemas o mantener conversaciones
  • Rara vez o nunca hace contacto visual
  • Tiene dificultades para mantener una conversación y dejar hablar a la otra persona

Comportamiento repetitivo

  • Repite la misma actividad una y otra vez.
  • Se centra en los pequeños detalles y nada más
  • Lucha contra los cambios de rutina
  • K Ordena los juguetes en lugar de jugar con ellos
  • Está muy centrado en determinados temas u objetos

Además, los niños con autismo suelen ser sensibles a los sonidos, la luz, las texturas o los olores. Esto se conoce como un problema de procesamiento sensorial. Por ejemplo, los sonidos fuertes o las luces brillantes pueden incomodarles. También es posible que necesiten más sensaciones para sentirse cómodos, por lo que intentarán chocar con diferentes objetos, tocarlos u olerlos todo el tiempo.

¿Cómo se diagnostica el autismo?

El diagnóstico de trastorno autista lo realiza un médico. Para ser diagnosticado de autismo, un niño debe presentar síntomas que van desde los problemas sociales hasta el comportamiento repetitivo. Estos síntomas deben interferir en la vida diaria del niño. Los síntomas deben estar presentes a los dos años de edad, aunque no sean evidentes hasta que el niño sea mayor. El autismo puede diagnosticarse en niños de tan sólo dos años de edad.

El diagnóstico de autismo incluye una lista de todos los síntomas presentes en el niño. Para cada síntoma, el diagnóstico identifica el apoyo que necesitará el niño. El nivel de ayuda depende de la gravedad de los síntomas. Hay tres niveles de ayuda:

  • Requerir apoyo
  • Requiere mucho apoyo
  • Requiere un apoyo muy elevado

Los niños con autismo suelen tener también problemas de razonamiento y aprendizaje. Esto se conoce como trastorno del desarrollo intelectual. El autismo sólo debe diagnosticarse en un niño si sus dificultades sociales no pueden explicarse por un trastorno del desarrollo intelectual.

Los niños que sólo tienen problemas de comportamiento social y no muestran un comportamiento repetitivo no son diagnosticados de autismo. En cambio, se les suele diagnosticar un trastorno de la comunicación social.

¿Cuáles son los factores de riesgo del autismo?

Los factores de riesgo para el autismo incluyen:

  • Bajo peso al nacer
  • Exposición a un medicamento llamado valproato durante el embarazo de la madre
  • Padres mayores

El TEA se diagnostica con más frecuencia en niños que en niñas.

Los estudios han demostrado que no existe ninguna relación entre las vacunas y el autismo.

¿Cómo se trata el autismo?

Actualmente no existe ninguna cura para el autismo. Sin embargo, los programas especiales y la terapia pueden ayudar a los niños a desarrollar habilidades y reducir el número de comportamientos que les causan problemas.

Hay varias terapias que funcionan bien para los niños con TEA:

  • Análisis del comportamiento aplicado (ABA): Cientos de estudios han demostrado que esta terapia funciona para todos los niños con autismo, desde los más leves hasta los más graves. Enseña a los niños a comunicarse con los demás. También les enseña a evitar comportamientos negativos, como hacerse daño a sí mismos.
  • Terapia Ocupacional (OT): La terapia ocupacional enseña a los niños las habilidades que necesitan para realizar las actividades de la vida diaria. Esto incluye habilidades motoras, aprender a lidiar con la sensibilidad a la luz, el sonido y el tacto (habilidades de procesamiento sensorial) y más.
  • Logopedia o fisioterapia: Algunos niños pueden necesitar ayuda con el habla o los movimientos físicos.
    Muchos padres encuentran útil una herramienta llamada “historias sociales”. Esta es una forma divertida de preparar a los niños para situaciones sociales. Las historias están escritas desde el punto de vista del niño. Utilizan palabras, imágenes y dibujos para mostrar al niño lo que puede esperar.

No hay cura para el autismo, pero hay medicamentos que pueden ayudar con problemas como la dificultad para dormir o las rabietas violentas. A los niños también se les puede recetar medicación para otros problemas que son comunes en el autismo. Entre ellas se encuentran la depresión, la ansiedad y la hiperactividad.

Terapias alternativas: mucha gente habla de tratamientos alternativos e incluso de supuestas curas para el autismo, pero no hay pruebas científicas de su eficacia. Algunos de estos métodos pueden ser muy peligrosos, especialmente la terapia química llamada quelación. Es muy importante que los padres trabajen con su médico si quieren probar terapias alternativas.

Riesgo de otros trastornos

Los niños con autismo tienen un mayor riesgo de padecer ciertos problemas médicos, entre ellos:

  • Epilepsia
  • Trastornos del sueño
  • Alergias
  • Problemas digestivos
  • Trastornos de tics (por ejemplo, enfermedad de Tourette)
  • Ansiedad
  • Depresión
  • Problemas cognitivos

Más información:

  • childmind.org/guide/autism-spectrum-disorder-quick-guide/