La distinción entre autismo y síndrome de Asperger se ha eliminado. Hasta ahora, el autismo infantil se consideraba la forma más grave de trastorno holístico del desarrollo. Para diagnosticarlo, era necesario identificar síntomas en las áreas de comunicación, interacción social y comportamiento y juego. A muchos pacientes se les diagnosticaba también discapacidad intelectual. Elsíndrome de Asperger, por su parte, es un autismo leve. Los profesionales lo diagnosticaron con deficiencias en la comunicación con los demás y en el comportamiento y el juego. Este diagnóstico se daba a los pacientes que no presentaban anomalías en el funcionamiento intelectual ni trastornos evidentes en el desarrollo del habla. Los individuos diagnosticados hasta ahora con el síndrome de Asperger suelen mostrar intereses aislados y exagerados o patrones de comportamiento e intereses limitados y repetitivos. También se observan en ellos:

  • dificultades para nombrar y diferenciar los sentimientos;
  • apego a la constancia;
  • comportamiento exageradamente formal;
  • apego rígido a las normas.

El entorno percibe a los pacientes de Asperger no tanto como enfermos, sino como extraños o maleducados. No es raro que se conviertan en objeto de bromas, rechazo o violencia.


Fuente:

  • https://www.damian.pl/zdrowie-psychiczne/autyzm/